Pandora es una niña de ocho años que lleva consigo la magia de lo simple y lo auténtico. Ella no necesita una varita ni un hechizo porque su verdadero superpoder es algo mucho más profundo: creer en sí misma. Cada mañana, al abrir los ojos, Pandora se conecta con el momento presente. No vive preocupada por el pasado ni angustiada por el futuro lejano; para ella, lo que importa es hoy y, a lo sumo, imaginar qué aventuras traerá mañana.
Pandora sueña en grande, como solo los corazones valientes saben hacerlo. Cuando cierra los ojos, se ve transformando su mundo, alcanzando metas que otros tal vez considerarían imposibles, pero ella sabe, con una certeza inquebrantable, que puede lograr todo lo que se proponga. Esa es la magia que corre por sus venas: la fe en sus sueños, en sus capacidades, en que nada es demasiado lejano si lo desea con el alma.
Pandora no solo ama quién es, sino que lo celebra. Le gusta su risa, sus lunares, sus ideas. Cada pequeño detalle de su ser la hace única, y eso es algo que la llena de orgullo. Pero lo más maravilloso de Pandora es que, en su proceso de conocer y amar todo lo que es, ha descubierto el don de conectar con los demás.
Ella cree firmemente en que todos estamos unidos por un hilo invisible, un hilo que es el alma, y que atraviesa a todas las personas, familiares o no.
Para Pandora, la conexión va mucho más allá de los lazos de sangre. Puedes conocer a alguien nuevo y sentir que, desde lo más profundo de tu ser, esa persona es parte de ti. Porque todos somos uno, todos compartimos ese lazo invisible que nos hace humanos. Es un sentimiento que ella lleva siempre consigo: el saber que el amor y la empatía nos conectan con los demás de formas inexplicables, casi mágicas.
Para Pandora, el amor también se extiende a los animales y a la Tierra, nuestro hogar. Ella entiende que el planeta nos sostiene, nos alimenta y nos da el lugar donde podemos soñar. Por eso, lo cuida con la misma ternura y respeto con los que se cuida a sí misma y a los demás.
En el mundo de Pandora, el amor es el eje de todo. Cree profundamente en él: en el amor propio, en el amor hacia su familia y amigos, en el amor universal, y en el amor por los seres y el planeta que nos rodean. Para ella, el amor es lo que da sentido a las cosas, lo que le da color a sus días y brillo a sus sueños. Y tal como ella lo ve, cuando crees en ti misma y amas lo que eres, puedes lograr cualquier cosa que te propongas.
Pandora es un recordatorio de que la verdadera magia está en ser genuinos, en confiar en nuestros sueños, y en creer que el amor es la chispa que enciende cada uno de esos superpoderes.
Después de algunos meses, volví a darle vida al blog con una nueva historia muy especial. Quise compartirles el corazón de Pandora. Me emocionó muchísimo escribirla y espero que ustedes también puedan sentir esa magia en cada palabra.
¡Los invito a contarme qué les inspira la historia de Pandora!
Con cariño
Paola.
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